¿Cuáles son las posibles causas y qué podemos aprender?

Aunque todavía es pronto para especular sobre las causas de estos apagones tan graves, mientras se activan los planes de emergencia y continúan las investigaciones, los proveedores de red y los operadores de redes de distribución (DNOs) a nivel mundial se enfrentan a importantes desafíos continuos derivados de una amplia variedad de factores emergentes. Entre ellos destacan el impacto del cambio climático en el consumo y la distribución de energía, los fenómenos meteorológicos extremos o variables, y el despliegue creciente de fuentes de generación renovable, junto con el aumento del parque de vehículos eléctricos (VE), respaldado por infraestructuras de carga doméstica y rápida en corriente continua (DC).

Las empresas energéticas y la sociedad en su conjunto están sujetas a estrictos objetivos de neutralidad climática (NetZero). Esto implica una necesidad urgente de adoptar tecnologías de bajas emisiones, como la generación sostenible de energía y los vehículos eléctricos. Está claro que estamos entrando en un nuevo paradigma en la forma de generar, distribuir y consumir energía.

La integración de red se convierte, por tanto, en un área clave y cada vez más crítica para la estabilidad del sistema eléctrico. Esto es especialmente relevante en el despliegue de fuentes de energía renovable (RES), ya que permite un uso eficiente, fiable y sostenible de estos sistemas, que por naturaleza son dinámicos. También es fundamental para respaldar la carga masiva de vehículos eléctricos, ya que garantiza un funcionamiento eficiente y estable de los sistemas de carga, minimizando su impacto sobre las redes de distribución.

Las principales razones por las que la integración de tecnologías de redes inteligentes es esencial para las redes eléctricas modernas incluyen:

Escalabilidad:

A medida que crece la capacidad renovable y aumenta la demanda de carga de VE, la integración de red asegura que la infraestructura pueda escalar sin comprometer la fiabilidad del sistema.

Gestión de la intermitencia:

Las fuentes renovables como la solar y la eólica son intermitentes y dependen del clima. La integración y gestión dinámica de red permite almacenar energía excedente en momentos de alta producción y distribuirla durante los periodos de baja generación.

Estabilización del voltaje y calidad de energía:

La integración garantiza estabilidad de voltaje y calidad del suministro al mitigar las fluctuaciones provocadas por la variabilidad de las RES. También es clave para evitar perturbaciones causadas por cargadores rápidos de VE (DC), que pueden generar caídas de voltaje y afectar la calidad de la energía.

Mejora de la fiabilidad de la red:

Una integración adecuada permite incorporar energías renovables al sistema sin interrupciones, reduciendo el riesgo de apagones y asegurando una entrega continua y fiable, incluso para usos como la carga de VE.

Soporte para la carga de VE:

Para cumplir con los objetivos de NetZero, los VE deben cargarse con energía limpia. Sin embargo, la naturaleza intermitente de las renovables requiere sistemas de almacenamiento y una gestión flexible. La carga simultánea de múltiples vehículos puede provocar caídas de tensión, pérdidas de energía y sobrecarga de transformadores y líneas. Integrar las estaciones de carga con energías renovables gestionadas mediante IoT permite una carga eficiente y limpia, sincronizada con la disponibilidad de energía renovable.

Balanceo de carga y aumento de demanda:

La adopción masiva de VE incrementa significativamente la demanda eléctrica, especialmente en horas pico, lo que puede poner en riesgo la capacidad de la red. La integración de red permite distribuir la carga dinámicamente y evitar sobrecargas.

Sistemas de almacenamiento de energía (ESS) e integración:

Las RES requieren sistemas de almacenamiento como baterías o centrales hidroeléctricas reversibles para acumular el excedente de energía y utilizarlo durante picos de demanda. Esto mejora notablemente la eficiencia y fiabilidad del sistema eléctrico. Los ESS conectados a la red permiten cubrir la carga de EVs en momentos críticos con energía previamente almacenada.

Respuesta a la demanda:

La integración de red permite implementar precios dinámicos y programas de respuesta a la demanda que incentivan el consumo durante los periodos de alta generación renovable. Por ejemplo, fomentar la carga de VE en horas valle mediante incentivos tarifarios contribuye a estabilizar la red.

Generación descentralizada:

La integración apoya modelos descentralizados, como los microgrids, donde pequeñas unidades de generación renovable aportan energía al sistema general, aumentando su resiliencia, flexibilidad y capacidad de adaptación.

Gestión dinámica de carga:

Las redes inteligentes habilitadas con IoT pueden monitorizar y redistribuir en tiempo real la carga de los VE, optimizando el uso energético y evitando cuellos de botella. Dado que los patrones de carga son impredecibles, se necesitan sistemas avanzados para garantizar la estabilidad a largo plazo.

Plantas virtuales de energía (VPPs):

La integración de red permite la creación de plantas virtuales, que agrupan diversas fuentes renovables distribuidas para operar como una sola entidad, proporcionando energía al sistema y aumentando su flexibilidad operativa.

Soporte a redes inteligentes:

La integración de energías renovables es un componente esencial para el desarrollo de redes eléctricas inteligentes. Estas permiten supervisión en tiempo real, gestión dinámica de cargas y distribución eficiente de energía. Son fundamentales para aprovechar al máximo el potencial de las fuentes renovables, asegurar su fiabilidad y avanzar hacia un futuro energético sostenible y libre de carbono.

¿Cómo pueden las tecnologías de redes inteligentes e IoT ayudar a prevenir futuros apagones?

El reciente apagón pone de manifiesto la necesidad urgente de modernizar las redes eléctricas mediante tecnologías inteligentes. Las redes inteligentes, potenciadas por IoT, permiten una monitorización y control en tiempo real, lo que facilita a las compañías eléctricas detectar anomalías y responder con rapidez. Por ejemplo, los sensores IoT pueden proporcionar datos sobre el estado de los equipos, permitiendo un mantenimiento predictivo y reduciendo el riesgo de fallos.

Además, las redes inteligentes pueden redirigir automáticamente el suministro eléctrico utilizando fuentes de energía renovable (RES), plantas virtuales de energía (VPPs) e incluso tecnologías Vehicle-to-Grid (V2G), ayudando a prevenir inestabilidades e interrupciones, y minimizando así el impacto en los consumidores.

La implementación de este tipo de tecnologías mejora significativamente la resiliencia de la red, especialmente en un contexto donde las fuentes renovables —por su naturaleza intermitente— están en constante crecimiento. Al integrar soluciones de IoT y redes inteligentes, las compañías eléctricas pueden equilibrar mejor la oferta y la demanda, asegurando un sistema eléctrico más estable y fiable.

Capacidades de CSL Group en gestión de redes e IoT

CSL Group está especializada en ofrecer soluciones de conectividad IoT seguras y fiables para aplicaciones críticas. Gracias a sus tecnologías exclusivas, las compañías eléctricas pueden reforzar sus capacidades de gestión de red, permitiendo un mantenimiento proactivo, una respuesta rápida ante interrupciones y una mejor integración de fuentes de energía renovable.

Estos avances son fundamentales para prevenir apagones a gran escala y garantizar la estabilidad de los sistemas eléctricos modernos.