Puntos Clave:
- Las ciudades inteligentes aprovechan el IoT y plataformas de datos seguras para mejorar los servicios a los ciudadanos, reducir emisiones y optimizar infraestructuras.
- La conectividad crítica del IoT, habilitada por tarjetas SIM resilientes (rSIM) y SIMs IoT, es esencial para mantener servicios vitales en línea y protegidos.
- La colaboración público-privada y la participación ciudadana son claves para lograr historias de éxito sostenibles en el desarrollo de ciudades inteligentes.
¿Qué es una Ciudad Inteligente y cómo funcionan?
En esencia, las ciudades inteligentes son ecosistemas de datos. Utilizan dispositivos como monitores de tráfico, sensores de calidad del aire, contadores inteligentes, terminales de punto de venta (ePOS) y estaciones de carga conectadas para tomar decisiones informadas y fomentar la automatización.
Pero no toda conectividad es igual. Los sistemas que gestionan la respuesta a emergencias, el control del tráfico, la gestión energética y la carga de vehículos eléctricos requieren una conectividad IoT crítica, que sea:
- Resiliente y con redundancia
- Segura frente a amenazas cibernéticas
- Optimizada para máxima disponibilidad, con rutas alternativas y roaming
- Compatible con infraestructuras diversas y de misión crítica
Ahí es donde entran en juego las rSIMs y las plataformas IoT seguras de CSL.
Siete pilares fundamentales para un entorno de ciudad inteligente con éxito
Liderazgo Visionario y Políticas Claras
Las ciudades deben definir qué significa “inteligente” para ellas: ya sea la neutralidad de carbono que persigue Copenhague o el uso de la automatización en Hong Kong para mantener su competitividad global.
Un liderazgo sólido también debe abordar la gobernanza de sistemas críticos, incluyendo la gestión de datos, la ciberseguridad y la continuidad de los servicios, especialmente en lo relacionado con la seguridad y la salud de los ciudadanos.
Servicios e Infraestructuras Sostenibles
La infraestructura debe evolucionar, pero con estabilidad en mente. Despliegues de alto valor —como estaciones de carga de vehículos eléctricos, control de redes inteligentes o alumbrado público digital— requieren no solo innovación, sino una conectividad inteligente e inquebrantable.
Cada vez más ciudades recurren a la Conectividad Crítica IoT para garantizar que los servicios funcionen 24/7, incluso en condiciones exigentes. Por ejemplo:
- Una estación de carga inteligente debe estar siempre conectada para permitir el pago, la respuesta a la demanda y alertas de fallos en tiempo real.
- Los sistemas de semáforos necesitan actualizaciones instantáneas y seguras para adaptarse a la congestión o a rutas de emergencia.
Conectividad Fiable y Gobernanza de Datos
Ninguna iniciativa inteligente tiene éxito sin una conectividad resiliente y gestionada como base. Esto incluye:
- rSIMs para protección ante fallos y roaming seguro
- APNs privados para aislar datos sensibles
- Cifrado de extremo a extremo para proteger la infraestructura frente a amenazas cibernéticas
Para los casos de uso críticos del IoT, la conectividad debe ser predecible, priorizada y protegida, especialmente donde una interrupción afectaría a la seguridad pública o a operaciones esenciales.
Diseño Centrado en la Comunidad
La adopción tecnológica debe ser inclusiva. Las ciudades inteligentes deben:
- Involucrar a las comunidades en la planificación
- Garantizar servicios accesibles
- Evitar la exclusión digital
Por ejemplo, un estudio de 2021 reveló que el 98% de los residentes en ciudades inteligentes estaban satisfechos con los servicios disponibles, ya que sentían que habían mejorado sus vidas. Garantizar la conectividad crítica que sustente estas experiencias es fundamental para lograr una adopción duradera y equitativa.
Como ejemplo, un estudio que aplicó IoT para mejorar la calidad del aire en escuelas redujo el nivel medio de CO₂ de 1283 ppm a 927 ppm entre las 10:00 y las 14:00 h, situándolo por debajo del nivel recomendado como seguro y mejorando así el bienestar tanto de profesores como de alumnos.
Seguridad y Crecimiento Económico
A medida que aumenta la superficie expuesta a ciberataques, las ciudades inteligentes deben:
- Cifrar cada intercambio de datos
- Validar cada conexión
- Segmentar y proteger cada capa de red
Sistemas como cámaras de videovigilancia, señales de tráfico, teleasistencia o Wi-Fi público deben operar en redes de categoría crítica, que prioricen la seguridad y la resiliencia. Las plataformas gestionadas de CSL están diseñadas con estas garantías integradas desde su base.
Colaboración Público–Privada
Los sistemas críticos a menudo abarcan tanto el ámbito público como el privado. Estadios con almacenamiento de energía, redes de transporte basadas en datos de movilidad en tiempo real, o edificios comerciales con plataformas IoT para eficiencia energética, dependen todos de una integración segura.
Estas asociaciones solo prosperan si están respaldadas por Conectividad Crítica IoT de nivel operador, que permita compartir datos, control en tiempo real y cumplimiento normativo sin comprometer la disponibilidad ni la integridad del sistema.
Proyectos Piloto y Despliegues por Fases
Antes de llevar a cabo un despliegue a nivel ciudad, es esencial que los entornos de prueba verifiquen:
- El rendimiento de la tecnología bajo presión
- La experiencia y usabilidad para los ciudadanos
- La escalabilidad y seguridad del sistema
Los pilotos que utilizan infraestructuras críticas conectadas —como estaciones de carga para vehículos eléctricos, sistemas de tráfico o alertas de teleasistencia— se benefician del uso de rSIMs y SIMs IoT gestionadas para mantener la fiabilidad y obtener información de rendimiento bajo diferentes condiciones de red.
Lecciones de líderes globales en proyectos de ciudades inteligentes, innovación y movilidad urbana
Las estrategias de ciudades inteligentes varían según el tamaño, los recursos, la gobernanza, las áreas de enfoque y el tipo de enfoque adoptado. Por ejemplo:
- Una estrategia de arriba hacia abajo (top-down) implica un enfoque centralizado, donde las decisiones, objetivos e iniciativas son impulsados por autoridades superiores, como gobiernos o entidades de liderazgo, y se implementan en los niveles inferiores.
- Un enfoque de abajo hacia arriba (bottom-up) consiste en empoderar a los ciudadanos y a los actores locales para que participen activamente en el diseño e impulso de iniciativas de ciudad inteligente mediante la colaboración y la innovación desde la base.
Helsinki aplica un enfoque de abajo hacia arriba, involucrando a los ciudadanos y fomentando la colaboración internacional a través de foros. En cambio, Singapur sigue una estrategia de arriba hacia abajo a través de su iniciativa Smart Nation, integrando los objetivos de ciudad inteligente en sus políticas nacionales con una gobernanza centralizada. Londres también adopta un modelo de arriba hacia abajo, centrándose en la colaboración regional y la innovación basada en datos dentro de su plataforma Smart London.
Mientras que Singapur prioriza los vehículos autónomos y los sistemas logísticos, Helsinki y Londres dan prioridad al transporte público y la sostenibilidad, reflejando sus contextos y prioridades particulares.
Estas diferencias ponen de relieve cómo los factores geográficos, políticos y culturales dan forma a las estrategias de ciudad inteligente de manera única en cada ciudad.
Londres:
Tiene un enfoque centrado en la inclusión espacial, social y económica, mejorando la infraestructura, el transporte, la vivienda y el acceso a servicios para grupos vulnerables, como personas con discapacidad, personas mayores y colectivos en situación de desventaja social:
- Implementación de soluciones inteligentes de asistencia, como sistemas de cruce peatonal, balizas de navegación, sistemas de detección de caídas y aplicaciones para mejorar la movilidad, accesibilidad, salud y seguridad.
- Énfasis en la formación, campañas educativas e iniciativas como “Talk London” para involucrar a la ciudadanía en la formulación de políticas y mejorar las competencias digitales.
- Creación de entornos sostenibles mediante la reducción de la contaminación del aire, la pobreza energética y el impulso de políticas de vivienda inclusivas para grupos vulnerables.
- Abordaje de problemas de confianza en la recopilación de datos, mejora de la interconexión entre sistemas y fomento de la colaboración entre actores clave para aumentar la inclusión.
Barcelona:
Tiene un enfoque centrado en la gobernanza, el medio ambiente y marcos holísticos:
- Gobernanza centrada en el ciudadano: Barcelona destaca por una gobernanza participativa, empoderando a los residentes para que participen activamente en los procesos de toma de decisiones y garantizando la transparencia en la planificación urbana. Iniciativas como el Plan Barcelona Ciudad Digital priorizan la participación comunitaria y la soberanía tecnológica.
- La ciudad se enfoca en recuperar el control sobre servicios urbanos esenciales, como el agua, la energía y la gestión de datos, para garantizar un acceso equitativo y priorizar el interés público frente a los objetivos corporativos.
- Barcelona promueve la creación de un commons de datos urbanos, permitiendo que la ciudadanía acceda y utilice los datos para proyectos comunitarios. Este enfoque fomenta la transparencia y empodera a los residentes para gestionar sus propios datos personales.
- La ciudad integra la equidad social en sus iniciativas de ciudad inteligente, abordando desigualdades sistémicas, reduciendo la brecha digital y asegurando que las comunidades marginadas también se beneficien de los avances tecnológicos.
- Innovación colaborativa: Barcelona adopta un modelo de innovación cíclico e interdisciplinar, fomentando la colaboración entre departamentos gubernamentales, empresas privadas e instituciones de investigación para mejorar continuamente los servicios urbanos y adaptarse a las necesidades cambiantes de la ciudadanía.
Amsterdam:
Otorga gran importancia a la “ecología conectada” y a la colaboración, en la que empresas, gobiernos, universidades y ciudadanos trabajan conjuntamente en proyectos con el objetivo de crear un ecosistema inclusivo para la innovación:
- Participación institucionalizada de la sociedad civil: La Fundación Amsterdam Smart City (ASC) promueve la participación de la sociedad civil a través de dinámicas normativas y cognitivas, con un enfoque en involucrar tanto a organizaciones sociales como económicas de la sociedad civil.
- Se hace énfasis en un desarrollo centrado en el ciudadano, aunque en la práctica la participación real tiende a favorecer a las organizaciones económicas de la sociedad civil frente a las sociales, especialmente en colaboraciones a nivel de proyecto.
- Plataforma para alianzas interorganizacionales: La Fundación ASC gestiona un registro en línea para conectar actores clave y facilitar asociaciones alineadas con sus objetivos estratégicos.
- Patrones de colaboración selectiva: La participación del gobierno y de las empresas en los proyectos suele reducir la probabilidad de colaboración directa con organizaciones sociales de la sociedad civil, lo que revela una preferencia por las organizaciones económicas en las implementaciones prácticas.
Singapur:
Adopta una estrategia de arriba hacia abajo, con un enfoque fuertemente centralizado impulsado por el gobierno bajo la iniciativa Smart Nation.
- Integración del IoT: Redes nacionales de sensores IoT se utilizan para la recopilación de datos y análisis.
- Vehículos autónomos: Se están llevando a cabo pruebas con coches autónomos, autobuses lanzadera y sistemas de convoy (platooning) para un transporte más eficiente.
- Optimización del espacio: Se pone el foco en maximizar el espacio urbano limitado mediante sistemas de transporte innovadores que responden a los desafíos únicos de Singapur.
- Smart Nation Platform: Desarrollo de redes de conectividad avanzadas y tecnologías disruptivas que permiten crear y respaldar servicios más inteligentes.
Por qué la Conectividad Crítica IoT y la Inteligencia Artificial son la base de la transformación urbana del futuro
Las ciudades inteligentes solo son tan fuertes como las redes que las conectan. Desde puntos de carga para vehículos eléctricos y monitores de salud, hasta centros de transporte y terminales de venta, la Conectividad Crítica IoT garantiza que los servicios esenciales y los sistemas de IA permanezcan en línea, seguros y operativos.
La conectividad crítica en ciudades inteligentes no se trata solo de tener acceso a una red, sino también de:
- Previsibilidad en el comportamiento de la red
- Capacidades avanzadas de recuperación ante fallos para una operación ininterrumpida
- Diseños con enfoque en la seguridad, para proteger la seguridad pública
- Gestión de extremo a extremo, que garantice alta disponibilidad, trazabilidad, transparencia y capacidad de auditoría
En CSL, nos especializamos en habilitar esta base tecnológica a través de plataformas SIM innovadoras y resilientes, conectividad IoT segura y experiencia en el despliegue de sistemas críticos en infraestructuras urbanas.